Este blog es un trabajo de los estudiantes del Colegio Mekhitarista de Buenos Aires. Integrantes: Bodirikyan Mariam, Hernandez Micaela, Avedissian Nadia, Alvarez Francisco, Hougassian Santiago y Ketchian Sofia.

martes, 9 de octubre de 2012

La era del maquinismo

Nuevas fuentes de energía: carbón y hierro

El carbón fue el combustible de la Revolución Industrial. Desde principios del siglo XVIII reemplazó la madera en la manufactura y construcción de viviendas.
La producción de hierro creció hacia 1780, debido a la utilización de hornos de coque (con mayor fuerza calórica) y la aplicación de la máquina de vapor. Esta producción se benefició con innovaciones que  permitieron fabricar más máquinas y herramientas. También con el aumento de la demanda (para fabricar barcos, municiones, herramientas), estimuló que fuera necesario encontrar un combustible menos costoso y más efectivo para la fundición del hierro, permitieron el crecimiento del sector minero de carbón. El desarrollo del transporte fue otro factor que contribuyó.


La industria del algodón

La materia prima utilizada por la actividad textil tradicional era la lana, que se extraía de numerosos rebaños británicos y sobre la que existía muchas regulaciones y controles que dificultaban su manufactura. En cambio,  la materia prima utilizada por la nueva industria textil fue el algodón. La manufactura del algodón fue una consecuencia de la dinámica del comercio colonial (este venía de la India) que permitió importar a bajo precio este producto fino y resistente. Pero los ingleses se dieron cuenta que era más práctico y conveniente que se convirtieran ellos en los fabricantes del producto. Así, se prohibió la importación de tejidos.
Fue en este sector en el que las máquinas de hilar y tejer hicieron nacer el sistema fabril. La primera gran innovación, la lanzadera volante, permitió tejer más rápido piezas más anchas. La "Speedy Jenny" podía hilar ochenta hilos a la vez, y el telar mecánico aumentó considerablemente la producción al equilibrar el tejido e hilado.

Las nuevas máquinas permitieron hacer hilados
más resistentes a más velocidad.
Esta industria textil -rama de la producción característica de la Revolución Industrial- combinó el trabajo artesanal con la moderna industria fabril. Para fines del siglo XIV, las máquinas habían reemplazado a un gran número de trabajadores, ya que los principales procesos de producción eran hechos por ellas. Por eso, disminuyó la importancia de las habilidades que los oficios de los trabajadores requerían. Entonces, los empresarios reemplazaron a los hombres por niños y mujeres, pues al no ser empleados calificados, podían pagarles salarios menores y someterlos a más disciplina laboral.


La máquina de vapor

El desarrollo de la industria mecanizada no hubiera sido posible sin el uso de una energía más poderosa que la humana o la animal, y más independiente el viento o el agua de río. Esta fue el vapor. Por eso, se construyeron bombas para extraer el agua de las minas. A partir de esas máquinas,  James Watt concibió su primer modelo de máquina a vapor. La nueva fuerza posibilitó a la economía británica a entrar en la fase moderna de la industrialización.



 La aplicación del vapor en máquina móviles permitió el desarrollo
del transporte (barcos y ferrocarriles) más veloces.

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